literature

Adieu

Deviation Actions

KirbyIwaki's avatar
By
Published:
331 Views

Literature Text

(Basado en hechos reales en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México)

Nos casamos el quince de abril de 1991, y nuestra primer hija, Iris, acababa de nacer hacía apenas un mes. Una semana después de celebrar nuestro primer aniversario, por fin logré convencer a Miguel de que me dejara trabajar, puesto que la situación en el país empeoraba cada día más.

Él había salido a trabajar como siempre, a las siete de la mañana, y yo había tenido otra mala noche cuidando a Iris, así que dormí un poco en la mañana, cuando ella también lo hacía.

Su llanto me despertó. Eran las 9:45. “Ya es tarde”, pensé.

Antes de salir de casa sonó el teléfono. Era Miguel.

-Buenos días, amor, ¿vas a ir a lo del trabajo?
-Sí, sólo me baño y me voy.
-Está bien. ¿Llevaste a Iris con tu mamá?
-No, ahorita la llevo...

La llamada se cortó, así que cambié el pañal de Iris, que no paraba de llorar, y salí con rumbo a casa de mi mamá, que estaba a unas pocas manzanas de la casa que rentábamos, ubicada en la calle de Gante.

-Hola, mamá, venía a ver si me cuidabas a Iris, para poder irme a buscar trabajo. Es sólo por un ratito.

Mi mamá aceptó a regañadientes, haciéndome prometer que realmente sería un ratito. Después me dio la bendición. Besé a Iris y fui a mi casa a bañarme y cambiarme.

Olía a gasolina, como olía desde el domingo. Casi no me di cuenta, supongo que comenzaba a acostumbrarme. Habían venido trabajadores del municipio a revisar esto, pero al parecer no había de que preocuparse.

Regresé a mi casa y, mientras entraba, el teléfono sonó nuevamente, pero no alcancé a contestar.

De pronto, como si hubiera presentido algo, miré a la calle por la ventana. Escuché un ruido muy fuerte que venía de afuera.

Vi a Iris, estaba llorando, pero me miró y dejó de hacerlo. Me abrazó.

Vi a Miguel, como recordaba haberlo visto la primera vez, en la preparatoria. Me miraba y, cuando mi mirada se encontraba con la suya, se volteaba, sonrojado.

Vi a mi mamá, joven. Me llevaba a la primaria. También alcancé a ver a mi papá, que había muerto cuando yo tenía tres años.

Los vi a todos, aunque no podía estarlos viendo.  Sentí calor. Mucho calor. Quemaba.


...


Nos casamos el quince de abril de 1991, y nuestra primer hija, Iris, acababa de nacer hacía apenas un mes. Una semana después de celebrar nuestro primer aniversario, Miriam insistió que la dejara trabajar, pensé al respecto y me di cuenta de que no había nada de malo con ello, así que acepté.

Esa mañana me levanté a las seis, como siempre, para ir a trabajar. Antes de salir de casa, besé a Miriam en la frente, porque no quería despertarla después de la difícil noche que tuvo con Iris.

Llegué a mi trabajo y miré el calendario: “Abril 22, 1992”. Comencé a sentirme inquieto, sin ninguna razón. Una sensación extraña en el estómago.

Dieron las diez de la mañana y aproveché la hora del desayuno para llamar a Miriam.

-Buenos días, amor, ¿vas a ir a lo del trabajo?
-Sí, sólo me baño y me voy.
-Está bien. ¿Llevaste a Iris con tu mamá?
-No, ahorita la llevo...

La llamada se cortó. Intenté volver a llamar y no funcionó. La sensación estomacal se hizo más y más intensa, así que comí el desayuno que Miriam me había preparado la noche anterior para intentar que la sensación desapareciera.

Quince minutos después intenté con el teléfono una vez más, pero nadie contestó.

-¡Prendan la tele!- dijo una persona que entró corriendo a la oficina. La secretaria a mi lado obedeció. Pensé que estaban dando el noticiero, pero después me di cuenta de que era una noticia de última hora.

Y entonces vi mi casa. Lo que quedaba de mi casa.

Salí de la oficina sin decir nada. Sin pensar nada. Sin siquiera darme cuenta de lo que hacía. Subí a mi auto y pise el acelerador. Choqué con el auto estacionado delante del mío. Cerré los ojos para intentar tranquilizarme.

Un poco más calmado logré salir del estacionamiento. No podía pensar en nada con claridad. Sólo pensaba en Miriam y en Iris. Encendí el radio y entonces fui comprendiendo lo que había sucedido.

Al llegar a Analco vi que todas las personas del lugar estaban fuera de sus casas y oficinas. Me bajé del auto.

Una mujer lloraba porque su auto estaba en el lugar de las explosiones.

-Acababa de comprarlo la semana pasada- alcancé a escuchar que decía.

Fui testigo de una escena que jamás podré olvidar. Un agujero de más de diez metros de profundidad se extendía por toda la calle de Gante. Todas las casas estaban deshechas. Un autobús del transporte público estaba encima de una casa medio destruida.

No pude avanzar hacia el lugar donde estaba mi casa, porque dos elementos del cuerpo de Protección Civil del Estado me detuvieron y me obligaron a irme, porque el lugar era peligroso.

Me subí a mi auto, pero no lo encendí. Seguía sin poder pensar. Veía pasar a mi lado camionetas de la policía y otras organizaciones gubernamentales evacuando a las personas a lugares seguros. Como no eran suficientes, también había camionetas y autos particulares ayudando.

En una de estas camionetas estaba la mamá de Miriam. Se veía muy asustada y abrazaba algo. Era Iris.

Cerré los ojos y agradecí a Dios por no haber destruido mi vida. Me sentí aliviado por un instante. “No importa. Lo material va y viene”, pensé. De pronto me asaltó la sensación en el estómago. Dolía.

Miré de nuevo la camioneta, que ya comenzaba a alejarse. Me di cuenta entonces de que mi vida ya había terminado.

Miriam no estaba.
Para una tarea de historia que me hizo sacar 95/100 final sin hacer (literalmente) nada más en el semestre (bueno, sólo ir a clases y poner atención xD).

Enjoy! (aunque sea triste ú.u)
© 2007 - 2024 KirbyIwaki
Comments10
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In