literature

Honpou Chronicles, Stages 1-2

Deviation Actions

KirbyIwaki's avatar
By
Published:
83 Views

Literature Text

I- Ella es la princesa.

Hubo una vez, hace mucho tiempo, en el reino de Honpou, una princesa muy hermosa.
Su nombre era Oujo. Tenía apenas 16 años. Era morena, como casi todos los habitantes del reino, medía 1.60 y tenía un cuerpo... bueno, de princesa.
Su padre, el Rey, no la dejaba salir de su habitación, al oeste del castillo, por miedo a que se enamorara de cualquier súbdito, como suele ocurrir en estos cuentos, ya que él ya le había conseguido un prometido: Un principe que vivía en el reino vecino de Ikoku.
A la princesa, como a cualquier persona, no le gustaba estar encerrada en su habitación todo el día, y se había logrado escapar dos veces.
Sin embargo, como faltaban menos de 2 meses para la boda de la princesa con Koushaku, que así se llamaba el principe, la vigilancia se había reforzado al triple, por lo que nuestra princesa no podía salir de ninguna forma.
Estando las cosas como estaban, Oujo se tenía que conformar con mirar por la ventana el paisaje.
Todo hubiera seguido según lo planeado por el Rey, de no ser porque la historia sería aburrida y corta.
Un día medio nublado, mientras el sol comenzaba a ponerse en las montañas al oeste del reino, debajo de la ventana de la princesa pasaba un jóven.
No es que esto fuera novedad, porque a todas horas pasaban por ahí jóvenes, viejos, niños, perros y demás.
La novedad fue que, justo en el momento en que Oujo estaba viendo la puesta de sol, a nuestro jóven pueblerino se le ocurrió mirar hacia el otro lado.
Y la vió. La vió con todo el claroscuro que la puesta de sol le otorgaba a su rostro.
Anocheció y Bonjin, un habitante común y corriente de aquel reino, seguía mirando la ventana, ya vacía.


II- Él es el mediocre.

Bonjin tenía 19 años. Tenía estatura normal, era delgado, moreno y no era feo, pero tampoco era guapo. Igual que más de la mitad de los habitantes del reino.
No poseía, además, ninguna habilidad en que fuera destacado, pero le gustaba hacer de todo.
Cuando tenía 12 años le había dado por coleccionar rocas, a los 15 estaba aprendiendo idiomas, le gustaba dibujar desde chico y tenía mucha imaginación. Le gustaba mucho comer y a veces pensaba horas en que podría haber para la cena
Además de eso no tenía nada que lo diferenciara del resto de los pueblerinos.
Y eso era muy difícil de notarse a primera vista, más aún cuando te encuentras diez metros arriba y estás educada como princesa.
Ese día, Bonjin iba buscando monedas por el suelo, cerca del castillo, cuando se le ocurrió mirar hacia una de tantas ventanas de la parte oeste del castillo.
No había ninguna razón, simplemente sintió el impulso de hacerlo.
Oujo sintió una mirada y al ver que era de alguien sin importancia se apartó de la ventana.
Una especie de historia del tipo "Había una vez", algo rara, la iré publicando en partes (conforme la vaya haciendo)
© 2006 - 2024 KirbyIwaki
Comments0
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In